GALLETAS DE PASTA QUEBRADA

¿Os gustan las galletas de mantequilla típicas danesas de esas que vienen en una cajita de lata en la que nuestras madres guardaban los utensilios de la costura y los hilos? 

Galletas

Si la respuesta es sí, estáis de suerte, porque las galletas de la receta que os traigo en esta entrada, tienen un sabor muy, pero que muy parecido a estas típicas galletitas escandinavas.

La base de estas galletas, no es otra si no que la pasta quebrada, o pasta brisa.

La masa quebrada o brisa, es una masa dulce o salada a base de harina y mantequilla, que se usa tanto para hacer tartaletas, tartas... en su versión dulce, como para hacer tartas saladas como son las quiche.

En este caso, como lo que yo hice fueron galletas, a la masa base de harina y mantequilla, le añadí azúcar para que saliera una pasta quebrada dulce para postres.

Estas galletitas están riquísimas, y si tenéis invitados a la hora del café, son un perfecto acompañante para él. 

Quedan muy crujientes y las podéis adornar con azúcar glas, cacao en polvo, o con miel como lo hice yo en la mitad de ellas.

Vamos al lío que me enrollo como una persiana(si es que no lo puedo evitar...) y os cuento los ingredientes que se necesitan para hacer unas galletitas de masa quebrada.

- 150 gr. de harina de repostería

- 80 gr. de mantequilla

- 50 gr. de azúcar glas

- 1 huevo

- 1 pizca de sal

- Miel (para decorar si queréis)

Ingredientes para hacer galletas

Si queréis que os salgan galletas divertidas con diferentes formas, necesitaréis también unos cortapastas que podréis encontrar en cualquier tienda de repostería, gran superficie o todo a cien muy baratos.

Si no disponéis o no queréis comprar cortapastas, podéis hacer galletas redondas por ejemplo con un vaso por su parte abierta.

MODO DE ELABORACIÓN:

1. Para hacer una masa quebrada dulce para galletas, lo primero que haremos será echar en un bol la harina y la mantequilla troceada.

Harina y mantequilla

Lo mezclaremos con los dedos hasta que nos quede una textura como si fuera una galleta molida (como la de la foto).

2. Incorporamos a continuación el azúcar glas, la pizca de sal y el huevo y lo volvemos a mezclar de nuevo con las manos hasta poder hacer con la mezcla una bola.

3. Esa bola, la dejaremos metida dentro del bol y la taparemos con film transparente y dejaremos reposar en la nevera durante 1 hora aproximadamente.

Dejar reposar 1 hora en la nevera

4. Pasada la hora, extenderemos un papel de horno en la encimera, espolvoreamos un poco de harina y aplastamos la bola con las manos para a continuación amasarla con el rodillo hasta coseguir el grosor deseado.

Extender sobre un papel de horno con el rodillo

5. Cortaremos la masa con los cortapastas. La masa que retiramos sobrante, la podemos volver a estirar para hacer galletas nuevas.

Llevamos el papel de horno con nuestras galletas a una bandeja de horno y lo horneamos.

Qué galletas más bonitas

NOTA: Si queremos que algunas galletas tengan sabor a miel, pintaremos con una brocha un poco de miel antes de meterlas al horno.

6. Hornear a 180º con calor arriba y abajo durante 10 minutos o hasta que veamos que los bordes de las galletas están dorados. 

En la foto de más abajo, podéis ver que las galletas que tienen miel han quedado con un tono marrón más brillante

Listas para hornear

Recién salidas del horno

Como veis, la dificultad que tiene hacer unas galletas caseras, ¡es cero! 

La masa quebrada queda riquísima. Mucho mejor que las que venden en supermercados, sin desmerecer éstas tampoco porque también nos sacan de apuros muchas veces.

Si tenéis niños en casa os pueden ayudar a hacer la masa y después os aseguro que las galletas se las comen mejor por haberlas hecho ellos.

Pues eso, que os animo encarecidamente a que las hagáis en casa y disfrutéis de ellas, ¡porque son para disfrutarlas!