Si os gusta mucho el queso, en todas sus variantes y da la casualidad que os encontráis con un gran trozo de queso y no queréis que se acabe poniendo malo, podéis conservar un trozo en aceite.
Esto es lo que hice yo. Mi madre me dio medio queso manchego (de mi tierra) y como en casa sólo somos dos y no es plan de estar comiendo queso a todas horas, por mucho que nos guste, decidí reservar un trozo para consumirlo tal cual venía (en mi caso era semi-curado) y el otro trozo conservarlo en aceite.
Pues bien, ésta es la manera de conservar el queso durante mucho tiempo y que no se nos ponga malo.
Para poner queso en aceite necesitaremos:
- Queso (como es evidente)
- Aceite de oliva virgen extra
- Un tarro de cristal (que cierre hermético)
Y ya está. Lo único que tenemos que hacer es trocear el queso (yo lo hice taquitos) o echar la pieza entera dentro del tarro y cubrirlo todo bien con aceite de oliva virgen extra y ¡voilá!
Lo tendremos que dejar macerar unos 20-25 días en un lugar oscuro para que el queso comience a coger el sabor del aceite y ahí se nos podrá conservar unos 2-3 meses o incluso más.
Si queremos que el queso nos coja sabor a especias, como puedan ser el tomillo, romero, etc. Lo que tendremos que hacer será añadir la especia que nos guste al aceite y de esta manera, tendremos un queso en aceite con sabor a romero, por ejemplo.
Obviamente, cuanto más tiempo tengamos el queso metido en el aceite, más añejo se irá poniendo y más fuerte será su sabor.
Ésta es una forma de conservación del queso que a mi me gusta bastante, pues los quesos con sabor fuerte ¡me encantan!
Y aquí os dejo el tarrito de queso en aceite que yo hice.
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QUESO EN ACEITE |
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